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abril 20, 2015La Eurocopa en Francia 2016 será una oportunidad única para ver hasta donde se puede estirar la supremacía y el dominio del fútbol español en el escenario internacional. En primer lugar el buen aficionado ya sabe lo que tiene que hacer: en vez de afilar la lanza de las criticas, hará bien en recordar que lo logrado por la selección española de fútbol ha merecido el reconocimiento y la admiración del mundo entero y ha marcado una época por tipología de juego y de jugadores. Lo he podido comprobar “in situ” en mis cursos y conferencias en Latinoamérica por ejemplo, donde hablar de fútbol español era hablar de triunfos y milagros. Ahora los jugadores clásicos “mas bajitos” como Iniesta, Alba, Fábregas, Silva, etc. junto con los mas espigados como Sergio Ramos o Sergio Busquets están acompañados de otros mas nuevos como Juanfran, Koke o Bellerín y deberán encontrar ese nuevo equilibrio y sintonía para revalidar éxitos .
También conviene añadir que nada es eterno y menos en el planeta del fútbol donde las alegrías duran un suspiro, sea este un partido o un título.
Hay dos aspectos interesantes a prestar atención en esta Eurocopa 2016:
- las novedades de jugadores y
- el liderazgo del entrenador Vicente Del Bosque.
Respecto a los jugadores, es sabido que cada persona tiene su lista y su selección en la cabeza y es lógico pues cada uno ve el juego según sus

Federación española de futbol – Eurocopa 2016 de Francia
experiencias anteriores y creencias además de sus colores, obviamente. También sabemos que renovarse o morir (refrán originario de un texto de Unamuno) es una máxima en el camino al éxito, pues lo que sirvió en un momento o en una época no tiene por qué ser valido en otra. Y no olvidemos que los equipos rivales y competidores, ávidos de éxito, se están renovando en ingenio, dedicación, estrategias e ilusiones continuamente. Por eso es alentador que el seleccionador, con valentía, haya renovado el equipo aunque para muchos de nosotros todavía deberían estar jugadores importantes y ya históricos como David Villa o muchos otros.
La duda del aficionado es la típica:
¿deberían jugar los que son titulares y están en las competiciones más importantes o algunos que ya están en segundo plano aunque sean importantes?
Esa duda nunca tiene una respuesta adecuada porque algún jugador que no es protagonista en su equipo bien lo puede ser en el entorno de la selección donde tiene otro entrenador y otro ambiente. Eso es algo típico de los manuales ejemplares de liderazgo, lo que es bueno en una situación no tiene por qué serlo en otra, y viceversa. Y con un líder encaja un perfil mas que otro según su visión.
También es de manual de buen liderazgo que lo más importante no es el jugador en si, que muchas veces puede ser egoísta y poco solidario, sobre todo cuando nadie le ha ayudado –incluido el entrenador- a desarrollar esas habilidades, sino que lo realmente crítico e importante es el ambiente y espíritu de equipo que se genere en la selección, de lo cual Del Bosque es un auténtico maestro. Esta ha sido probablemente la palanca de sus éxitos o al menos una de las mas importantes. Lo he podido percibir de cerca desde el trabajo con personas de su entorno y también por los cursos de Liderazgo y coaching deportivo que he facilitado en la Federación Española de Futbol, donde pude conocer alguna rutina del seleccionador.
Lo que es bueno en una situación no tiene por qué serlo en otra, y viceversa.
Vicente Del Bosque tiene un estilo de liderazgo que el aficionado muchas veces no interpreta bien, y ese estilo es muy armonizador, creando equipo por encima de la individualidad, generando buen clima, y eso hace que los jugadores se sientan en un espacio tranquilo, de confianza, de pertenencia (sólo tenemos que ver que hasta “el díscolo” Piqué está encantado en la selección) donde pueden dar lo mejor que tienen. Y eso no pasa en muchos casos en sus clubes, donde los jugadores son otros en su rendimiento y comportamiento, aunque en el fondo no lo sean. Sólo tenemos que recordar el Real Madrid de Mouriño, un buen entrenador pero mal líder sin ninguna duda, donde en los mejores momentos de sus jugadores en la selección él sacaba muchas veces lo peor de ellos en el club, y si no que le pregunten a Iker Casillas y a alguno más. Otro ejemplo de este tipo de liderazgo armonizador y solidario lo tenemos en Eusebio Sacristán, entrenador de la Real Sociedad de San Sebastián, que ha llegado al equipo con la temporada empezada y ha creado un espíritu de equipo que para cualquier otro entrenador le llevaría años lograr, si es que lo consiguiera. Eusebio, como sabe el buen aficionado, fue jugador del F. C. Barcelona en la época de Cruyff, con quien conquistó la primera Champions en Wembley en 1992 (partido que tuve la oportunidad de ver en directo invitado cuando vivía en Londres) y también fue ayudante de Frank Rijkaard en su época de entrenador en el Barcelona donde “surgió” un jugador bajito llamado Messi. En ese Barsa también conquistaron muchos títulos aunque ahora parece olvidado.
En definitiva, que ver caras nuevas en la selección es en primer lugar un premio y reconocimiento para aquellos futbolistas que se han esforzado y trabajado duro durante la temporada, no sólo unos días, y eso gracias a que a menudo sólo lo ven los buenos analistas como los que me consta hay en la selección española de futbol; ese trabajo más oscuro que es parte del éxito que luego todos vemos. No hace falta nombrar a nadie, sólo saber la aportación de ese equipo de analistas que hay en la Selección. También es un acto de valentía y ambición por parte del seleccionador Del Bosque, que tiene que apostar por los jugadores que cree pueden lograr la muy exigente gesta de mantener a la Selección en el olimpo internacional, algo que según mi visión ningún país habría logrado de forma tan continuada. Luego los resultados son los que son porque el balón tiene que entrar y el árbitro tiene que ver bien la jugada para tomar la decisión correcta y eso ya se escapa a lo que entrenas. Aunque como decía Larry Bird uno de mis jugadores admirados de los Boston Celtics de la NBA, qué casualidad,
“cuanto más entrenas más suerte tienes”
Los coaches y psicólogos decimos que no es casualidad sino “causalidad” que es muy distinto. Yo en mi época de jugador de rugby y entrenador de baloncesto decía que no necesitábamos suerte, que la necesitaba el contrario si no había entrenado tanto y tan bien como nosotros. Así que “suerte” para el que la necesite o dependa de ella, los demás mejor que confíen en sus capacidades y posibilidades! La Selección no debe depender de la suerte sino de su buen hacer. Y si hacen todo lo que saben estaremos satisfechos, aunque quizás no contentos del resultado final, porque también hay que saber reconocer que puede haber otros rivales mejores. Pero no por demérito nuestro, sino por mérito de ellos!