Juan Carlos Campillo en ‘Memoria de delfín’ de RNE
febrero 10, 2020Ponencia “Coaching en el deporte y la empresa” con ASESCO
marzo 20, 2019Siempre he pensado que una parte de mi trabajo como coach deportivo es ayudar a los deportistas a entender que el entrenamiento mental importa. Que tienen que aprender a gestionar sus pensamientos y sus emociones y que esto les ayudará en su rendimiento y les permitirá mostrar su mejor versión.
El deporte también evoluciona. Progresivamente se han ido incorporando profesionales que aportan valor al rendimiento del deportista, desde el preparador físico, el fisioterapeuta, nutricionistas… muchos aspectos que antes no se trabajaban de forma profesional y ahora se asumen como lo que son, importantes para el deportista.
Importantes al igual que el entrenamiento psicológico y mental. Los deportistas (y mucho más si cabe los deportistas de élite) se enfrentan a situaciones de muchísima presión. El público (miles de espectadores; millones de espectadores) no suele ver más allá del resultado. Todo lo que no sea una victoria se considera un fracaso. Y en el deporte de alto nivel y esto se amplifica con los medios de comunicación y las redes sociales.
Por eso los deportistas deben aprender a gestionar el estrés y la ansiedad. Porque la presión de ser examinado con lupa puede condicionarle y afectar a su rendimiento. No puedes salir a competir pensando en que si cometes un fallo eso reforzará la idea de que no eres tan bueno, de que no estás a tu mejor nivel o que otros son mejores.
Un deportista tiene que entrenar la mente para poder mostrar su talento y rendir al máximo, dejando de lado los problemas. Hay que aprender las técnicas que te permitirán salir al terreno de juego concentrado, con objetivos claros, gestionando las emociones y los sentimientos para que no te influyan de manera negativa y para transformar los problemas en oportunidades.
Todos estos aspectos son los que se trabajan en el coaching deportivo. Hay un trabajo previo de aprendizaje de estas técnicas de gestión de las emociones. Y por supuesto hay que llevarlas a cabo en el momento de la competición. Si entrenas tu mente y te preparas hay muchas más posibilidades de enfrentarse a las situaciones de estrés desde una perspectiva diferente. Algunas de estas técnicas pasan por la respiración o los movimientos del cuerpo. Técnicas que nos ayudan a dejar de pensar en esa situación que nos genera ansiedad y concentrarnos en nuestros objetivos.
Cada entrenamiento mental es único
No hay una receta mágica y universal para todos los deportistas. El coaching es un proceso personalizado. Es muy importante conocer a la persona porque, precisamente, según su manera de ser, sus hábitos, según las cosas que puedan bloquear o producir cierto nerviosismo o ansiedad (o lo contrario, producir bienestar), se enfoca la sesión de coaching de una manera diferente con cada uno.
Lo principal es establecer una conexión con la persona y el deportista y un contexto de confianza (esto a veces no es fácil, sobre todo con los deportistas de élite por todo lo que les rodea) A partir de ahí, de esa confianza, cuentan cosas que muchas veces no las han contado a nadie y, en ese proceso, se dan cuenta de todo lo que pueden conseguir y que hasta ahora no habían trabajado (desde los miedos y los bloqueos hasta objetivos) y para eso hay que tomar conciencia que la mente tiene muchos recursos si se utilizan bien.
¿Cuándo no funciona el coaching?
Es cierto que no siempre funciona. Por ejemplo, si el jugador (o el directivo) tiene un ego muy grande y cree que lo sabe todo y que le vas a dar una receta rápida, una fórmula mágica… eso no funciona. Con esa actitud no surge la química.
Tienen que ser conscientes de que el trabajo realmente lo tienen que hacer ellos, nosotros como coaches podemos ayudar a que conecten con esa mejor versión, que potencien su talento pero, si no hacen ese trabajo de poner en práctica el plan de acción, tomar conciencia de que es un proceso constante… es que no es su momento.