Algunas claves de los Equipos de Alto Rendimiento

Los equipos de alto rendimiento son aquellos que alcanzan un nivel excelente de desempeño como consecuencia de la máxima aportación de cada uno y las sinergias que se crean, lo cual se suele reflejar en que logran los máximos resultados a su alcance, superando incluso los objetivos fijados en muchas ocasiones. Y lo hacen con eficacia, eficiencia y efectividad.

En un equipo de alto rendimiento existe un grado de compromiso, motivación y exigencia mucho más alto que en cualquier equipo de trabajo.

Todos los equipos pueden llegar a funcionar como un equipo de alto rendimiento. Pocos lo consiguen, porque no es un trabajo sencillo. Pero hay algunas claves, elementos fundamentales que caracterizan a un equipo de alto rendimiento y que podemos trabajar para ayudar a nuestro equipo a evolucionar y mejorar sus resultados.

Características de los equipos de alto rendimiento

1. 1. Visión y objetivo común. En un equipo de alto rendimiento todos los integrantes conocen cuál es o cuáles son los objetivos del equipo. Y no solo conocen esa meta sino que la comparten, se identifican con ella y saben por qué es importante.
      Ese objetivo común, que está alineado con la visión y los valores, debe generar un alto grado de compromiso por parte de todos los miembros del equipo. Para lograr esto, todos deben participar en la definición de esos objetivos, entenderlos y aceptarlos. Los objetivos de un equipo de alto rendimiento deben ser ambiciosos, estimulantes, retadores para cada miembro del equipo.

   2. Roles definidos. Cada miembro del equipo conoce con detalle sus funciones y lo que se espera de él. Una organización y definición clara permite focalizar el esfuerzo en las tareas realmente importantes, ayuda a gestionar eficazmente el tiempo y los recursos de forma efectiva.
      Pero además de conocer sus funciones, cada integrante apoya al resto de compañeros; algo esencial para fomentar la cooperación, crear sinergias y aumentar el grado de cohesión y compromiso con los objetivos del equipo.

   3. Ambiente de trabajo. Esa definición clara de los roles también ayuda a reducir los roces entre los miembros del equipo y a mejorar el clima de trabajo. Un buen ambiente mejora la productividad, la creatividad y los resultados. Para ello es necesaria una comunicación fluida y abierta, fomentar el respeto mutuo, la escucha activa y diluir las tensiones. Un clima de confianza, positivo, motivador, integrador… permitirá una mejora continua del equipo.

   4. Gestión de conflictos. Los equipos de alto rendimiento no están libres de conflictos. De hecho, esa seguridad y esa comodidad de los miembros del grupo hace que se sientan más libres para opinar y expresar sus opiniones. El feedback es habitual, pero se orienta hacia algo constructivo, se gestionan esas diferencias como algo natural.
      La inteligencia emocional juega un papel fundamental para identificar tensiones y animar al equipo a resolverlas.

   5. Autoexigencia. Los integrantes de un equipo de alto rendimiento revisan de forma continua su forma de trabajar para analizar sus avances y detectar oportunidades de mejora. Se estimula la formación y el crecimiento constante tanto de forma individual como grupal. Estos equipos tienen una gran capacidad de aprendizaje y de autoexigencia para afrontar nuevos retos. Pero también saben cómo abordar las dificultades para no generar frustración entre sus integrantes.

   6. Resultados. Un equipo de alto rendimiento lo es precisamente porque consigue resultados. Para ello, se miden constantemente los avances y se analiza si los objetivos fijados se van alcanzando. Se reconocen los logros tanto individuales como grupales; se valora el esfuerzo y se comparten los resultados que se van consiguiendo. Así, se refuerza el compromiso, la satisfacción por el trabajo bien hecho y se aumenta la motivación para seguir progresando.

Sin duda, hay muchos más elementos que definen a un equipo de alto rendimiento pero estos son algunos ingredientes básicos sobre los que se crea y se desarrolla un equipo de alto rendimiento. Avanzando y mejorando en cada una de estos pilares podemos acercarnos al máximo rendimiento de un equipo.